II Blogtrip Cantabria Infinita - Altamira, Santillana del Mar y Bárcena La Mayor (15/05/2011)

Con el ajetreo y los cánticos de la noche anterior, apenas dormí tres horas ese día… Pero, tras desayunar, puntual como un reloj estaba en el punto de queda a la hora acordada, dispuesta a salir hacia uno de los highlights de este blogtrip: las Cuevas de Altamira.

Visita de las Cuevas - museo de Altamira

Cueva - museo de Altamira, Cantabria
Las cuevas originales se encuentran actualmente cerradas al público (aunque probablemente en breve vuelvan a abrirse, con un paso de personas muy controlado) y en su lugar visitamos el Museo de Altamira, un edificio situado a no mucha distancia de las originales, en el que se muestran réplicas exactas de las pinturas rupestres halladas.

Allí, un vídeo previo y las explicaciones de Henar, nos pusieron al día de la historia de esta cueva. Estuvieron habitadas desde hace 23.000 años hasta hace 13.500 años (se dice pronto, ¿eh?) pero un derrumbamiento selló el acceso, dejando en su interior el conjunto de pinturas paleolíticas más importante que se conoce (habiendo sido nombradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco). No fue hasta 1879 cuando D. Marcelino Sanz de Sautuola acompañado de su hija María, advirtió y registró las pinturas en el techo de la cueva. Imaginaos la escena: ¡Mira papá!, hay bueyes en el techo. No hija, son bisontes…

Cueva - museo de Altamira, Cantabria
Aunque en un principio los científicos coetáneos dudaron de su veracidad, el descubrimiento revolucionó los criterios que hasta la fecha había del nivel cultural del hombre paleolítico. El pintor se sirvió de los salientes de la roca para moldear las figuras y dotarles de relieve, dibujando los contornos con tonos negros que eran rellenados con pinturas polícromas de tonos ocres. Se pueden ver bisontes, ciervos, jabalíes, caballos... También se encontraron útiles de piedra, huesos o astas y algunas de ellas se muestran en el museo.

La visita es interesante y totalmente accesible para personas de movilidad reducida, pero imagino que pierde mucho encanto frente a la posibilidad de visitar la cueva original, que tiene que ser una pasada.

Nos vamos a Santillana del Mar, una de las joyas Cántabras:

Al terminar la visita nos dirigimos a Santillana del Mar, uno de los núcleos turísticos más conocidos de Cantabria. Allí dimos un pequeño paseo en el que pudimos observar los principales atractivos de la villa. De no ser por la afluencia masiva de turistas, sus empedradas calles, sus balcones repletos de flores, esos edificios medievales…, harían que nos transportáramos a otra época.

Las casonas y palacios que allí existen dan buena cuenta del esplendor económico que vivió la villa durante los siglos XVII y XVIII.

Pasamos frente al Museo Diocesano, un antiguo convento de monjas de clausura, el Palacio de Peredo-Barreda, actual sede del centro cultural de Caja Cantabria, la Casa de los Villa hasta llegar a la Plaza Mayor, donde se concentran diversos edificios históricos: la casa Torre de la Parra y Casa del Águila por un costado, con una estatua de un bisonte frente a ellas erigida en referencia a Altamira y flanqueadas por el Ayuntamiento; la Torre de Don Borja por otro lado y, por último, la Torre del Merino (casa donde residieron los antiguos merinos mayores de da las Asturias de Santillana) y el Parador, que ocupa una antigua casa que pertenecía a la familia Barreda, en otro costado.

Santillana del Mar, Cantabria

Santillana del Mar, Cantabria

Bordeamos la Torre del Merino y por la calle Cantón pasamos frente al palacio de Valdevidieso, la casa de Leonor de la Vega (madre del marqués de Santillana) y la casa de los Hombrones, con un bonito y elaborado escudo en su puerta, que llama la atención.

Santillana del Mar, Cantabria

La calle desemboca en un abrevadero y en la hermosa colegiata de Santa Juliana, que da nombre a la villa al acoger sus reliquias. Aunque no entramos, nos comentó Henar que su claustro es una auténtica maravilla.

Santillana del Mar, Cantabria

La sorpresa del viaje: Bárcena la Mayor

Para aprovechar el algo más tiempo, dado que íbamos a comer en Ruente y por la tarde partiríamos de vuelta a nuestros respectivos destinos, Henar decidió acercarnos a Bárcena la Mayor, una apacible aldea enclavada en el Parque Natural Saja-Besaya, que fue declarada conjunto histórico rural en 1979.

Tras dejar el minibús en un aparcamiento en la entrada (ya que sólo se permite el paso a los vehículos de los residentes), pudimos caminar por sus calles empedradas, observando las fachadas ricas en piedra y madera vistosamente decoradas con flores, que pueblan la villa y que la llenan de encanto. Todo un lujo para los ojos…

Bárcena la Mayor, Cantabria

Bárcena la Mayor, Cantabria

Bárcena la Mayor, Cantabria

Bárcena la Mayor, Cantabria

Para finalizar nos dirigimos a un puente sobre el río Argoza, desde donde parten diversas rutas de senderismo que, teniendo en cuenta el enclave natural sobre el que se encuentra esta población, deben ser preciosas de realizar.

Bárcena la Mayor, Cantabria

Después del paseo y de dedicar un tiempo a las compras de “chochitos ricos”, “orgasmos” y como no, de “sobaos pasiegos”, retornamos al autobús para volver sobre nuestros pasos en dirección a Ruente, localidad en la que comimos. Allí existen también algunos edificios dignos de mención (la casa de la Nogalera o un edificio rústico del siglo XV) así como "La Fuentona", un manantial de agua catalogado como punto de interés geológico, que no nos dio tiempo a visitar, dadas las horas que eran.

Rápidamente entramos en Casa Nacho, para degustar, entre otros (os remito como siempre a Sabor Gourmet), un plato típico de la zona que aún no había tenido ocasión de probar: el cocido montañés… buenísimo.

Al salir del restaurante el bonito puente de ocho arcos que nos había recibido antes de la comida, nos despedía, aunque esta vez, de Cantabria.

Fueron tres días maravillosos, descubriendo alguno de los encantos que esta bonita tierra tiene, en compañía de gente excepcional (que ojalá la vida nos vuelva a juntar) y de una guía única, con verdadera devoción por su tierra, realmente inteligente y con unas ganas tremendas de transmitir sus conocimientos a todo aquel dispuesto a escuchar.

No me queda más que agradecer a Enrique Sancho y a Cantur la oportunidad que me brindaron al invitarme a participar en este evento. Sé, que dentro de algún tiempo, volveré a “la tierruca” a conocer nuevos lugares y es que, si algo nos ha quedado claro en este Blogtrip, es que Cantabria es Infinita.

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Helena - Mimaletayyo

Ingeniero de caminos de profesión, la pasión por viajar y su curiosidad por conocer mundo ha hecho que dedique parte de su tiempo a ello. Entusiasta por conocer vestigios de antiguas culturas y civilizaciones, pero también naturaleza y modo de vida actual.

8 comentarios:

  1. Hace muchos años pasé al ladito de las cuevas. Si llego a saber que cerrarían hubiera frenado en seco (llovía ese día) y de cabeza al interior. Saludos.

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  2. Viajero Impresionista, ¡jolín!, no tienes perdón, jejeje... Aunque seguramente la entrada también estaría muy restringida, ¿no? Deben ser impresionantes vistas in situ...

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  3. Para mi una de las sorpresas del viaje ha sido Bárcena Máyor, un pueblo con mucho encanto y menos explotado que Santillana. Saludos

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  4. Ai que pena que ya se termina este viaje por Cantabria. Cuando vuelvas, pasa por Potes, que es una zona muy bonita a la entrada de los Picos de Europa, la zona del nacimiento del Ebro también esta muy guapa, y toda la costa, que tiene playas y rincones muy bonitos.
    Por lo menos otra semana para verlo todo jejeje

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  5. Hola Fran, la verdad es que era un pueblo del estilo a Santillana, pero con mucha menos gente. Bárcena ha sido todo un descubrimiento.

    Machbel, la otra vez que estuve en Cantabria recuerdo que fui a los Picos de Europa y me pareció una maravilla... Te conoces buena parte de los rincones de esta tierra. Habrá que volver a descubrirlos!

    Saludos

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  6. Doy fe de que el claustro de la colegiata es precioso!! Es uno de los que más me han gustado de los que he visto hasta ahora.
    De mi viaje por la zona, me quedó por ver la réplica de la Altamira. Para otra ocasión!
    Saludos
    P.D.: Qué chulo está el blog con el nuevo menú!!!

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  7. ¿Si? Nos dieron a elegir entre ver el claustro o ir a Bárcena y como ves nos quedamos con la segunda opción.
    Respecto a Altamira... a ver si reabren la cueva, que tiene que ser alucinante.
    Me alegro que te guste el menú. Me costó un fin de semana ponerlo...
    Un saludo

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  8. Acabo de pasar unbuen rato recordando el blogtrip a través de tus líneas...jeje Saluditos

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