Viaje a Malta y Pompeya. Primer día en Malta (01/10/2011)

¡Nos vamos a Malta!

A las 4.00 h de la mañana sonaba el despertador. Empezaba la aventura…

Nos levantábamos con tiempo de sobra para acercarnos a Barajas, facturar maletas y coger el puntual vuelo de Ryanair que entorno a las 9:00 h aterrizaba en el pequeño aeropuerto internacional de Luqa. Aún recuerdo la ilusión que me hizo ver primero la isla de Gozo, seguida de Comino y por último de la propia Malta desde la ventanilla del avión.

En el avión camino a Malta

Al llegar nos dirigimos a la oficina de Hertz para recoger el coche de alquiler con el que nos dispondríamos a recorrer las islas maltesas: un ford fiesta bastante nuevo y, aunque al principio discrepamos un poco con la categoría que nos habían dado en relación a la que habíamos reservado (ya que a nuestro modo de ver más bien nos hubiera correspondido un focus), acabamos acatando. Cogimos las llaves y… ¡a comernos la isla!

Visita de los templos megalíticos de Ta'Hagrat y Skorba y Mgarr

Era sábado y, puesto que el martes teníamos pensado visitar la Valletta, debíamos visitar Ta’Hagrat y Skorba en primer lugar ya que el resto de días estos templos megalíticos estarían cerrados (abren los martes, jueves y sábados de 9:00 h a 12:00 h). Así que, tras embutir las maletas en el maletero del coche (ardua tarea que llevaron a cabo Cintia y mis hermanas), pusimos rumbo a Mgarr. Me puse al volante (situado a la derecha) y comenzamos a circular por el carril izquierdo. Pues no parece tan difícil, pensaba yo, mientras mis hermanas me gritaban que me alejara del bordillo izquierdo y de los coches aparcados. Bueeeeno, con calma y tiempo me fui habituando.

Aparcamos justo en la puerta de Ta’Hagrat pero al ir a entrar, pensando que las taquillas se encontraban en el interior, el vigilante nos dijo que teníamos que comprar las entradas en el “Council” del pueblo y más o menos nos indicó cómo ir… Lo cierto es que no había ninguna indicación de dónde comprarlas pero al llegar a la plaza de Mgarr, donde se encuentra la iglesia, entré en el único edificio que parecía público cercano a una gasolinera (tal y como nos había señalado el vigilante) y resultó ser allí… Nos costaron 10 euros/persona e incluía también la entrada a Skorba. Yo pensaba que la visita a estos templos estaba incluida en la Heritage Pass (tarjeta que engloba la entrada a varios monumentos de interés en Malta y Gozo), pero allí me lo negaron… Así que ¡a pagar se ha dicho!.

Iglesia Santa María de la Asunción en Mgarr, Malta
Ya que estábamos en la plaza, visitamos la iglesia Santa María de la Asunción que, con su enorme cúpula de forma ovalada, inevitablemente llama la atención. Al parecer su forma ovalada se debe a la gran cantidad de huevos que tuvo que vender la población local para financiar su construcción, que terminó en 1946. Me pareció mucho más bonita y llamativa exteriormente que por su sobrio interior.

Con la entrada en la mano, regresamos a Ta’Hagrat, el primero de los templos megalíticos que veríamos en Malta. Al parecer este templo fue descubierto de forma casual por un campesino bajo un montículo de tierra en 1916. Pero no fue hasta 1925 cuando Sir Temi Zammit (el primer director de los museos de Malta) comenzó a excavar estos templos, aunque no llegó a arrojar mucha luz acerca de su datación. David Trump (un conocido arqueólogo británico) continuó su trabajo entre 1958 y 1963 llegando a ubicar los templos en la secuencia cronológica y realizando un gran hallazgo:  una pequeña maqueta de un templo en piedra caliza.

Ta'Hagrat, Malta

Consta de dos templos, el mayor de ellos fue levantado entre el 3600 y el 3200 a. C. y el pequeño entre el 3300 y el 3000 a.C. En las excavaciones se hallaron abundantes restos de cerámica, hecho que hacer pensar que anteriormente debía existir en el lugar una aldea. Es un recinto pequeño del que poco queda en pie, por lo que se ve muy rápidamente, en apenas 5 – 10 minutos. Lo más llamativo es la puerta de la fachada principal del templo mayor, un preámbulo de lo que posteriormente veríamos.

Al salir de allí, aunque el tiempo apremiaba por ir a visitar Skorba (ya que sus horarios de apertura están muy limitados), decidimos acercarnos a ver un refugio de la Segunda Guerra Mundial que se ha rehabilitado recientemente para permitir su visita en el centro de Mgarr. Se encuentra en la misma plaza de la iglesia que habíamos visitado anteriormente. Compramos el ticket (2,5 euros/persona) en la barra del restaurante-pizzeria Il Barri (aunque se haga raro pedir una entrada y no una caña…) y bajamos a su salón. Fue un sitio que no dejó indiferente a ninguna de nosotras. Hace no mucho tiempo (y en un lugar civilizado) la gente tuvo que excavar a mano (a pico y pala) túneles a 12 metros de profundidad para protegerse de la barbarie de una guerra. Tras ver una grabación de unos 5 minutos de duración nos introdujimos en el interior de estos túneles, que sobrepasan los 200 metros de longitud y se sitúan bajo el vial de la ciudad. A ambos lados del túnel se abrían diversas habitaciones como dormitorios, escuela, enfermería o iglesia, equipadas con lo básico para poder vivir: camas, mesas, sillas, material de cocina, camillas o crucifijos… A lo largo del túnel unas fotografías ilustraban la situación de la época. El camarero del restaurante nos guiaba y nos comentaba qué era cada cosa y dónde se encontraban las salidas de los túneles, pues había siete u ocho en total, para al acabar regresar sobre nuestros pasos hacia el salón del que habíamos partido. Se trata de un sitio poco conocido para el turismo pero con mucho interés, a mi modo de ver, y que apenas lleva 15 minutos visitarlo.

Refugio de la Segunda Guerra Mundial en Mgarr, Malta

Ahora sí, nuestra siguiente parada era Skorba. Un templo de tres ábsides construido en la fase de Ggantija (entre el 3600 y el 3200 a.C.), del que lo más destacable es el bloque de piedra de 3,9 m de altura correspondiente a uno de los hastiales del pórtico de entrada al templo que aún sobrevive al paso del tiempo, así como la pavimentación de su entrada. Al parecer en estas rocas se ha detectado globigerina (una especie de plancton marino) que no se encuentra en la geología cercana a Skorba por lo que debieron transportar estas piedras de más de una tonelada desde por lo menos un kilómetro de distancia.

Templo megalítico de Skorba, Malta

Al igual que ocurría en Ta’Hagrat esta zona debió ser ocupada antes de la existencia de los templos, ya que se halló en el entorno restos de carbón y barro que datan de la fase de Ghar Dalam (entre el 5000 y el 4300 a.C.)

Pero poco queda en pie de lo que debieron ser estos templos y aunque ambos hayan sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la entrada nos pareció cara, y más teniendo en cuenta que Skorba se puede ver desde el exterior del recinto.

Ruta por las localidades de Mosta, Mdina y Rabat

La rotunda de Mosta, Malta
Continuamos nuestra ruta hacia Mosta. Tras aparcar en las cercanías del centro fuimos directas a la “Church of the Assumption of Our Lady” también conocida como "La Rotunda". Y es que se puede decir que es “rotunda” ya que esta iglesia, que fue construida en 1860 sobre una anterior del siglo XVII, posee la cuarta cúpula más grande del mundo, con 51 metros de altura y 37 metros de diámetro. Durante la II Guerra Mundial una bomba alemana atravesó la cúpula y cayó en el suelo pero, afortunadamente, no llegó a explosionar y ahora se exhibe en un museo cercano a la iglesia.

Aunque nos hubiera gustado entrar a verla, estaba cerrada (y eso que eran las 12:00 h) así que decidimos dar un paseo por la población para ver si al regresar estaba abierta. Pero no fue así y tras callejear un rato retornamos al coche para dirigirnos a Rabat y Mdina.

Aparcamos muy cerca de la puerta de entrada a Mdina, por lo que pensamos en visitar en primer lugar esta importante ciudadela. Éste fue el primer asentamiento urbano de Malta, pasando por ella fenicios, romanos y árabes. Estos últimos le dieron el nombre y la dotaron de murallas para protegerla y separarla de la vecina Rabat considerada más pobre. De hecho fue lugar de residencia de adinerados nobles que llenaron sus calles de bonitos palacetes medievales y barrocos. Fue la capital de la isla hasta 1568 (momento en que la orden de San Juan la trasladó a la Valletta). Actualmente se la conoce también como “Ciudad del silencio”, debido a que el paso de vehículos al interior de las murallas está muy restringido y la ciudad es prácticamente peatonal, aunque la cantidad de turistas que transitan por sus calles rompen la armonía de esta agradable ciudad.

Mdina, Malta

Atravesamos un puente que salva un foso para entrar a la ciudad por la Puerta Principal. A mano derecha se ubica “Mdina Dungeons”, los antiguos calabozos de la ciudad donde actualmente se pueden ver recreaciones de las torturas que se llevaban a cabo en esas mazmorras. Sobre ellas se encuentra el Palacio Vilhena, un palacio del siglo XVIII que fue reformado por el Gran Maestro Antonio Manoel de Vilhena y en el que actualmente se encuentra el Museo de Historia Natural. A mano izquierda se sitúa la oficina de turismo de la ciudad, en el interior de la Torre del Estandarte.

Mdina, Malta

Continuamos adentrándonos en la ciudad por la Calle Villegaigon paseando entre la Casa Inguanez y el Convento de las monjas Benedictinas, para posteriormente desviarnos por la calle Mesquita hasta llegar a la plaza en la que se encuentra “Mdina Experience”, un espectáculo audiovisual con el que viajar en el tiempo para descubrir la historia de esta antigua capital maltesa.  En esa plaza vimos un restaurante que ofrecían un menú con comida típica maltesa a un precio bastante asequible y, dadas las horas que eran, nos sentamos a comer. Salchichas, tomates, queso, alcaparras, ensalada y una pasta de alubias fue lo que tuvimos el placer de degustar en el restaurante.

Al terminar de comer, continuamos nuestro paseo callejeando por la ciudadela hasta llegar a “Bastion Square”, una bonita plaza situada al borde de las murallas desde donde se puede obtener una panorámica de toda la isla (ya  que Mdina está situada sobre una colina). Desde allí se podía apreciar por qué Malta es uno de los países de mayor densidad de población y es que las distintas ciudades que mi vista alcanzaba a ver parecían haber crecido hasta quedar unidas entre sí, cosa que más adelante comprobaríamos al conducir in situ por ellas.

Seguimos la ruta tomando de nuevo la Calle Villegaigon aunque esta vez en sentido contrario. Pasamos frente a la Norman House, el Palazzo Constanzo, el Convento de las Carmelitas, la iglesia San Roque, el Palazzo Santa Sophia y el Palazzo Gatto Murina hasta desembocar en la plaza de la catedral, St. Paul Square.  

Para visitar la Catedral de San Pedro y San Pablo (del siglo XVII) hay que pagar 2,5 euros/persona y, puesto que nosotras no teníamos especial interés, nos conformamos con observar su fachada y cúpula desde el exterior. Frente a ella se encuentra el museo de la catedral.

Terminamos la visita de esta ciudad buscando la salida a través de la Calle de San Pablo, viendo el Herald’s Loggia y la Corte Capitanale.

Anexa a Mdina se encuentra Rabat, la ciudad que nos disponíamos a recorrer a continuación. Nos costó un poco situarnos y estuvimos callejeando antes de llegar a su centro neurálgico, la Parish Square, descubriendo al lado de la iglesia de San Pablo, una segunda plaza muy coqueta.

La iglesia de San Pablo se construyó en el siglo XVII sobre la gruta de idéntico nombre, en la que se cree (o al menos así queda reflejado en la Biblia) que se alojó el apóstol durante tres meses cuando en el año 60 d.C. naufragó en la isla. En ese periodo San Pablo predicó el Evangelio, resultó ileso de la mordedura de una serpiente y sanó a varias personas, viviendo en la cueva en la que daba sus sermones.

Rabat, Malta

A mediados del siglo XVIII se anexionó a esta gruta el Santuario de San Publius,  dedicado a un español que se trasladó a Malta para convertirse en caballero, pero que tras visitar la gruta se convirtió en un ermitaño.

Poco después el gran Maestro Pinto donó una estatua de San Pablo que se ha instalado a modo conmemorativo en la gruta. Además, se muestran fotos de la visita que, en 1990, hizo Juan Pablo II a este lugar.

Rabat, Malta

Aunque la iglesia en sí no es especialmente bonita, la visita a esta gruta es una parada obligatoria en esta población.

Al salir de la iglesia nos dirigimos a las Catacumbas de San Pablo. Éstas fueron construidas por los cristianos durante la ocupación romana como de cementerio subterráneo. En este lugar compramos la entrada combinada Malta Heritage Pass que por 30 euros/persona incluye la entrada de diversos recintos que teníamos interés por visitar, con el consiguiente ahorro. Se proporciona además, de forma gratuita, una audioguía en español, aunque hay que depositar un DNI a modo de fianza que te devuelven al regresar los aparatos.

El recorrido que te marca la audioguía es muy interesante y la narración te informa del contexto histórico así como de todos los detalles necesarios. Y aunque la visita que se permite realizar tan sólo permite el acceso a una mínima porción de los cerca de 2.200 m2 que ocupan estos laberintos subterráneos, se pueden descubrir las distintas tipologías de tumbas existentes, los agujeros efectuados para ventilar, alguna pintura mural e incluso el altar que se empleaba para realizar comidas rituales… 

Rabat, Malta

Allí me vino a la mente el mal sabor de boca que me dejó la visita que poco tiempo atrás realicé a las Catacumbas de San Calixto en Roma, por lo mal explicadas que estaban y, aunque se dice que las comparaciones son odiosas, de éstas me fui con una sensación totalmente distinta, diría que opuesta. Fue uno de los lugares que más me gustó de mi visita a Malta.

Rabat, Malta
Como ya teníamos el Heritage Pass comprado al salir de las catacumbas nos dirigimos a la Domus Romana (cuya entrada estaba incluida en el Pass) y que resultó estar al lado de Mdina (ya podríamos haberla visitado antes…)  Se trata de un museo que, además de albergar algunas piezas arqueológicas romanas expuestas en vitrinas (ungüentarios, etc.), posee como punto estrella una estancia con un mosaico romano del siglo I a.C., en perfecto estado, que posee efectos tridimensionales.

Naturaleza en Malta: los acantilados Dingli

Acantilados Dingli, Malta
Al salir de allí, cogimos el coche y pusimos rumbo hacia los Acantilados Dingli (Dingli Cliffs). No sé si es que nos perdimos o simplemente que la carretera se encontraba en muy mal estado, pero finalmente parecía que estábamos encaminadas, al menos íbamos por una carretera paralela a la línea de costa. Hicimos diversas paradas por la zona, pero yo no veía por ninguna parte esos maravillosos cortados de los que había leído. Cierto es que se trata de la parte más alta del país (220 m.s.n.m.) y en algún punto de la carretera se llegan a ver los cortados, pero sinceramente obtuve vistas mucho mejores de esta zona desde la ventanilla del avión a nuestra llegada.

En busca de los Cart Ruts (o surcos de carros) perdidos

El plan que llevábamos en mente para realizar después era ver alguno de los misteriosos Surcos de Carros (Cart Ruts) que pueblan el país, en concreto, cerca de la zona se encontraba el Cruce de Clapham (Clapham Junction) bautizado así por el arqueólogo David Trump, debido a su parecido con el conjunto de vías de la estación de Clapham de Londres, es decir, un lugar con gran concentración de surcos. En cualquier caso, por más que fuimos, volvimos… paramos, caminamos por el campo… Nada de nada. ¡Deben estar por aquí! ¡El mapa los sitúa aquí! Les decía yo a mis compañeras de viaje… Pero nada. ¡Hey! ¡Viene un coche! Voy a preguntar… y allá que me iba yo abordando a los coches a lo “Pekín Express” ¡Nada! ¡No tenían ni idea de lo que yo les estaba hablando! Y cuando ya estaba resignada a irme de allí sin verlos, aparece una indicación en la carretera por arte de magia… allá vamos. Pero fue la única indicación que apareció, no hubo más… Aparcamos de nuevo el coche y nos volvimos a adentrar por el campo y… de repente, lo vimos claro. ¡Ahí hay un surco! Sí, sí… ¡Es un surco! ¡Claramente!

Cart Ruts en Malta

Pero ¿para qué se utilizaron? y ¿realmente son tan antiguos como se dice?

Lo cierto es que no se tiene muy claro el propósito con el que se pudieron realizar. Arqueólogos del siglo XVII apuntaron a que se utilizaron para transportar las piedras de las canteras al mar para exportarlas a África durante la ocupación árabe de Malta, otros científicos posteriores indicaron que se utilizaban para transportar los materiales de construcción de los templos o de terrazas artificiales.

Pero si hay incógnitas en su propósito, más aún las hay en su datación. Se dice que datan de la edad de Bronce, pero la ausencia de restos orgánicos, impide realizar una datación exacta. Algunas líneas de investigación los sitúan entre el año 2000 y el 3000 a.C. (entre la época púnica y fenicia), sin embargo algunas de las construcciones megalíticas del archipiélago se encuadran en una fecha anterior, por lo que si los surcos se originaron para facilitar su construcción, éstos no se pueden encuadrar en la época púnica. En algunas ocasiones estas marcas se adentran en el mar, así que deberían haberse realizado cuando el nivel del mar estaba mucho más bajo, doblando de esta forma su antigüedad y situándose en la época de la última glaciación, hace unos 10000 años. Por contra, la rueda se inventó en el neolítico, sobre el 5000 a.C., por lo que se deberían de haber creado con métodos más rudimentarios similares a trineos o ¿quién sabe? Puede que en este lugar y en esa época ya se conociese la rueda...

Noche en la Valletta y Floriana

La cuestión es que una vez visto este surco, yo ya me daba con un canto en los dientes así que pusimos rumbo al hotel para hacer el check-in, descargar las maletas y pegarnos una ducha antes de ir a la Valletta. Esa noche era la “Notte Bianca” y presumiblemente íbamos a poder disfrutar de todas las atracciones de la capital de forma gratuita… o eso creía yo…

Con lo que no habíamos contado era con la ingente cantidad de personas que albergaría la ciudad. Los parkings estaban completos, así que al llegar a la rotonda de entrada a la Valletta, vuelta atrás… Tuvimos relativa suerte, ya que acabamos aparcando en Floriana y mientras caminábamos hacia la capital a través de Sta. Anne Street pudimos contemplar alguno de los monumentos de la ciudad como el War Memorial, erigido en memoria de las víctimas de la I Guerra Mundial.

Al llegar a la Fuente Tritón entrábamos ya en la Valletta. Estuvimos un ratito por allí, tratando de huir de las muchedumbres, viendo algún que otro espectáculo que había montado en la ciudad (como una banda de policías que alegraba las calles con su música o gente bailando en escenarios) pero también buscábamos algún sitio en el que cenar y esto sí que era misión imposible. Así que, como no somos muy amigas de vernos envueltas en marabuntas, decidimos marcharnos de allí. 

En el camino de vuelta hacia el coche, buscábamos algún lugar donde cenar en Floriana, donde había mucha menos gente, pero no nos terminaban de convencer… En el paseo pudimos ver algún otro highlight de Floriana.

Uno de ellos fue la plaza “The Granaries”  denominada así por los silos de grano que existen bajo ella. A mediados del siglo XVII el Gran Maestre Marino de Redin construyó unos silos subterráneos en ese lugar para almacenar y proteger el grano en época de guerras o asedios y, aunque parezca algo lejano, lo cierto es que volvieron a ser utilizados durante la Segunda Guerra Mundial. Al pasear por allí se advierten un buen número de lo que parecen bases de columnas, que no son más que las tapas de estos silos.

Al lado de la plaza se halla el Instituto Católico, el Monumento al Gran Maestre António Manoel de Vilhena y la Casa Montgomery (lugar en el que durante la II Guerra Mundial, el general Montgomery preparó la invasión Sicilia e Italia).

Pero la joya de la corona de esta ciudad se encuentra presidiendo la plaza: la Iglesia de San Publio, una de las últimas iglesias construidas por los Caballeros (entorno a 1790) y que sufrió serios daños durante la Segunda Guerra Mundial. Evidentemente estaba cerrada y no la vimos por dentro.

Iglesia de San Publio en Floriana, Malta

Finalmente retornamos al hotel. Eran ya las 23:00 h y nosotras sin cenar. Habían cerrado ya el restaurante del hotel. Menos mal que al girar la esquina del hotel había un pub inglés donde el dueño, George, muy amablemente nos preparó unos sandwiches bastante completos, y eso que también tenía cerrada la cocina. Ya me veía en la piel de Malcovich en el anuncio de Nespresso diciéndole a nuestro querido “barman”: ¡Hello George! We’ve run out of sandwiches out there… ¡Uuuummh! Cheese and bacon, ¡my favourite!

Y es que, si algo nos estuvimos repitiendo en este viaje a nivel culinario, fue que ¡siempre nos quedará George! jejeje

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Helena - Mimaletayyo

Ingeniero de caminos de profesión, la pasión por viajar y su curiosidad por conocer mundo ha hecho que dedique parte de su tiempo a ello. Entusiasta por conocer vestigios de antiguas culturas y civilizaciones, pero también naturaleza y modo de vida actual.

20 comentarios:

  1. Ei, me ha sorprendido bastante todos los lugares porque nunca me había fijado en Malta pero creo que me la apunto para un futuro viaje porque me encantó.
    Qué curioso lo de la catedral de Santa María financiada con huevos, jejejeje.
    Y por cierto, lo del bordillo es normal, ya que los que no conducen suelen verlo más cerca y como no estamos acostumbrados...Te quedó genial!!! ;)

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  2. Tiene de todo!! mosaicos, templos megalíticos, iglesias, parajes naturales.....Me lo apunto!! Aunque la lista de viajes pendientes está empezando a ser demasiado grande!!

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  3. Desde luego la entrada no podía ser más completa, así da gusto luego viajar a un sitio y encontrarse con este tipo de relatos, a ver cuando veo un vuelo económico desde Málaga con Ryanair y la conocemos nosotros también.

    Como dice Babyboom, que bueno lo de la financiación de la catedral con huevos jaja

    Saludos!!!

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  4. Hola Helena,

    Vaya ruta más completa, no parasteis ni un momento !!
    Me ha llamado mucho la atención el refugio de la II Guerra Mundial, muy interesante.

    Saludos.

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  5. Que ganas tenía de leer tus relatos de Malta porque no hay demasiada información y me vendrá genial para una próxima visita. Yo en el bar hubiera pedido una cerveza, jejeje.

    Un saludo

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  6. ¡Hola chicos!

    - Babyboom, me alegro que mi primera entrada del país te haya causado buena impresión... ¡Malta tiene sitios muy chulos! De esos que hay que ver una vez en la vida

    - Artabria, a mi me pasa lo mismo, mi lista cada vez es más grande... y todo por culpa de vuestros blogs!!, jejejeje :P Me alegro de que lo hayas visto interesante

    - José Carlos, eso es lo bueno de Malta, que ahora hay muchas opciones low-cost para ir a echar un vistazo por allí

    - Víctor, estuvimos un buen rato paradas buscando los Cart Ruts (una hora por lo menos), jejeje... aunque al final valió la pena. Lo malo fue que con el madrugón que llevábamos al final del día estábamos hechas polvo.
    A mí también me gustó mucho el refugio. Yo no había visto ninguno y es uno de esos sitios que te hace recapacitar...

    - Carfot, sí que es verdad que no hay mucha información de Malta en la web y eso que ahora le están haciendo una gran promoción y empiezan a verse cositas... La cervecita vino por la noche de la mano de George, jejeje :)

    ¡Un saludito chicos!

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  7. Muy buen post Helena!!
    Amplio y con mucha información, como siempre!!!
    Me ha encantado el refugio militar, me lo apunto para cuando tenga la posibilidad de ir por alli.
    Por cierto, le he estado dando vueltas a eso de conducir con el volante a la derecha, y no me queda claro donde se queda el cambio de marchas.... ¿Cambias de marcha con la izquierda? Buffff...los comienzos tienen que ser desastrosos....jejeje

    Un saludo

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  8. No me imaginaba que Malta fuese así, bueno en realidad no sé como me la imaginaba... pero me ha sorprendido gratamente! :D
    Q faena lo de los acantilados, asi que si voy para allá algún día al menos estaré atento desde la ventanilla del avión jejeje
    Saludoss¡¡

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  9. ¡¡Hola!!

    - Xipo, el refugio a mí también me gustó mucho... En el coche, las marchas tienes que cambiarlas con la izquierda, pero intermitentes y limpiaparabrisas están como aquí, que ya es algo, jejeje

    - Hola Dany, pues sí porque para mí está fue una de las, entre comillas, decepciones... Me lo esperaba mejor por la fama que tenían. Lo que me gustó mucho fue lo de las Cart Ruts. Me alegro de que en líneas generales te haya sorprendido los sitios que visitamos

    Un saludito chicos ;)

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  10. Hola Helena, tarde pero llego xDD

    Vaya pedazo de entrada te has marcado, como dice José Carlos, así da gusto prepararse para un viaje. Espero algún día poder visitar Malta, que es uno de esos lugares que siempre se te va escapando y al final... ¡Y mira que está cerca eh! xD

    Me ocurre igual que con Portugal (sí, lo acepto, no he estado nunca xD) Mi abuela siempre me dice, niño, te me vas a la India o a Tailandia pero no has estado en Portugal... Y tiene más huevos la cosa, porque el pueblo de mi abuela está a escasos 20 km de la frontera, en Extremadura.... En fin...

    Y por cierto, qué cosa tan curiosa lo de financiar la Catedral con huevos!

    Un abrazo!

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  11. Pues si que os cundió el día!!!! Y qué aventura para encontrar los dichosos surcos, no?? jejeje
    Muy buena entrada para preparar un futuro viaje a Malta!!
    Saludos

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  12. ¡Hola chicos!

    - La verdad es que sí Blai ¡tiene delito! jejeje... Pero es normal, y más con lo que te gusta a ti Asia, que en cuanto tengas ocasión te marches para allá. A ver si yo puedo algún día seguir tus recomendaciones y visitar aquellas tierras ;)
    Malta y Portugal están a un tiro de piedra así que seguro que algún día, caen

    - M.C. la verdad es que fue un día muy aprovechado porque desde las 4:00 de la mañana hasta las 00:00 h de la noche no paramos... Al final del día estábamos acabadas, jejeje
    Yo no me quería ir de la isla sin ver esos famosos surcos, pero debía haber preguntado a turismo de Malta (por twitter) su localización exacta, vamos, sus coordenas, antes de ir para poder situarlas con el gps. Nos hubiéramos ahorrado paseos innecesarios

    ¡Un saludito chicos! y gracias por los comentarios

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  13. Felicidades por el post!!
    Ya veo que no te achantaste para nada con el coche, eh?! jejej
    A ver qué nos cuantas en el siguiente post!!
    Un saludo!!

    =)

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  14. Buenas Helena! Como te molan los lugares con "piedras"! jejejeje... La verdad que las construcciones megalíticas me llaman mucho la atención, pero la que más me sorprendido son los surcos. Ni idea de que estaba la isla llena de estos surcos! Me a parecido muy curioso... y el porque se hicieron me da a mi que nunca se sabrá... creo que es imposible averiguarlo.

    Un abrazo!

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  15. ¡Hola chicos!

    - Non gogoa, ¡muchas gracias! No hay que echarse para atrás por esas cosas, jejeje... Al final fue bastante bien, ¡creo!

    - Víctor, la verdad es que sí y, lo que es peor, cada vez me gustan más, jejeje
    Lo de los surcos es algo muy curioso, hay zonas en los que sólo se intuyen (porque vimos un cartelito en otro sitio que... porque estaba el cartel, que sino...) pero ese, el de la foto, se ve muy claro y son toda una incógnita. Opino como tú, no creo que lleguen a dar con su por qué y para qué...

    Saludos ;)

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  16. Anda que no cosas que ver en Malta!! Tiene todo una pinta excelente. Y bucear debe ser una delicia...
    Saludos

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  17. ¡Hola Fran!
    Pues sí que tiene unos cuantos lugares interesantes... A ver si me pongo este finde a escribir la próxima entrada.
    Veo que lo tuyo es el buceo, ¿no? La verdad es que sí que tiene que estar bien cuando hay empresas especializadas en eso por allí...
    Un saludo!!

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  18. Que interesante todo lo publicado sobre estos lugares.. Es impresionante la calidad de las fotos y se nota que has estado en cada sitio mencionado.. Sin dudas la mejor informacion para aquellos a los que les gusta viajar y conocer nuevos e impactantes lugares...
    *********************************************
    comparador de vuelos

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  19. Hola Helena,
    Extraordinario relato que es una auténtica guía de viaje de Malta. Yo solo conozco La Valetta (esto es lo que tiene de malo el dichoso crucero...que te falta tiempo), pero queda anotado todo para una visita relajada.

    Me ha llamdo mucho la atención los Acantilados y la curiosidad de los Surcos. Realmente interesante.
    Un abrazo, ciudadana viajera.

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  20. - Muchas gracias por tus palabras, comparador de vuelos. Me alegro de que te hayan gustado el relato y las fotos...
    ¡Saludos!

    - Hola José Manuel, ¡que alegría verte de nuevo por aquí!
    La verdad es que es una pena que los cruceros no se adentren un poquito más en la isla... aunque la Valletta, como ciudad, es de lo mejor de la isla, hay algunos sitios de esos para ver una vez en la vida, como el Hipogeo que es impresionante.
    Un saludo y muchas gracias por tu comentario :)

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