Semana Santa 2012 en Rumanía - De Bran a Sibiu

A las 9:00 h de la mañana comenzaba el desayuno en el Hotel Contele Vladimir de Bran, un poco tarde para mi gusto, ya que a esas horas es justo cuando abrían el Castillo de Bran, la que sería nuestra primera visita del día. Aún así no nos demoramos en exceso. Recogimos todo antes de desayunar y tras meternos entre pecho y espalda uno de los mejores desayunos del viaje (eso no lo puedo negar) pusimos rumbo hacia el famoso castillo. Había estado lloviendo gran parte de la noche y el día no tenía visos de mejorar, pero allá íbamos nosotras, a adentrarnos en la Transilvania más auténtica.

Castillo de Bran

Los orígenes del edificio parece que se remontan al siglo XIII, aunque fue un poco más tarde, en el XIV, cuando cobró importancia como lugar de control de la ruta comercial que unía Brasov con Valaquia y es que este castillo domina imponente desde lo alto de una pequeña colina la que era la antigua frontera de Valaquia y Transilvania.

Castillo de Bran

En el siglo XIV perteneció, durante un breve periodo de tiempo, a Mircea el Viejo (el abuelo de Drácula) y por este motivo se elucubra que en él pudo llegar a vivir Vlad Tepes… aunque todo parece indicar que realmente no fue así y no llegó a poner un pie en este castillo.  

Castillo de Bran

Desde el siglo XV al XIX volvió a pertenecer a Brasov y fue empleado de nuevo como control fronterizo y peaje. Finalmente, en 1920, la familia real rumana lo reformó para usarlo como residencia de verano y es de ésta época la estructura que ahora se visita.

En su interior visitamos numerosas habitaciones con techumbre de madera, mobiliario antiguo y alfombras, pasadizos secretos y bonitas balconadas, que con la ligera llovizna que caía y la niebla que lo envolvía todo inevitablemente evocaba al espíritu de Drácula. Un laberinto de estancias en las que, eso sí, yo eché en falta algo de explicación…

Interior del Castillo de Bran

Cuando terminamos la visita, como por arte de magia miles de puestos de souvenirs habían proliferado justo en la puerta de entrada y todos ellos tenían a Drácula como protagonista. Tras dejarnos embaucar un buen rato por ellos (¿compro? ¿no compro?...) continuamos nuestra ruta hacia la siguiente visita del día.

Castillo de Bran

La Fortaleza de Rasnov

La fortaleza de Rasnov, que ya la noche anterior viéramos iluminada en lo alto de la colina desde la que preside la zona, nos recibía ese día envuelta en una espesa niebla. Pese a que hay un aparcamiento a los pies de la colina, supusimos que éste sería de pago (aunque a la vuelta he leído que no lo es)  y dejamos el coche justo enfrente en un pequeño descampado. Subimos la colina mediante un trenecito (o, más bien, tractorcito) que te deja en la puerta de la fortaleza.  

Esta fortaleza fue construida por los caballeros de la orden teutona en el siglo XIV con el fin de proteger a los habitantes de Rasnov en caso de una invasión y permaneció activo hasta 1850 cuando fue abandonado por su estado de ruina.

En sus tiempos de bonanza la fortaleza tenía una escuela, una capilla, una prisión y viviendas, pero también tenía un punto débil: no tenía una fuente constante de agua y éste fue el motivo por el que la ciudadela fue conquistada en 1612 por primera y última vez. Tras un duro asedio el príncipe Gabriel Báthory retomó la fortificación y mandó construir un pozo en su interior a dos prisioneros turcos. Se dice que les prometió la libertad a cambio de que encontraran agua, aunque el desenterramiento de esos 146 m de profundidad les llevó 17 años.

En 1718 un gran incendio destruyó la ciudad baja y una gran parte de la fortaleza y, aunque fue reparada durante los siguientes años, a mediados del siglo XIX se encontraba ya casi en estado de ruina. Actualmente está siendo restaurada y algunos edificios ya han sido convertidos en pequeñas tiendecitas, pero no sé si fue por la niebla o por el estado de las construcciones, que lo cierto es que a nosotras no nos resultó muy llamativa. Lo que sí impresiona es mirar hacia el interior del citado pozo.

Nuestra visita del interior de la fortaleza apenas duró 15 – 20 minutos y, aunque el ticket del tren/tractor era de ida y vuelta, por no esperar, decidimos bajar la colina andando y tomar de nuevo el coche para proseguir la ruta.

Poiana Brasov

Cada vez llovía más y la niebla era densa, pero antes de visitar las fortalezas de Harman y Prejmer yo quería probar suerte a ver si por la carretera de Poiana Brasov se veía algo. Había leído que tiene unos miradores con unas vistas muy chulas de Brasov pero la realidad era la que era… y no se le pueden pedir peras al olmo... No se veía un alma. La niebla lo cubría todo, así que continuamos nuestro rumbo esta vez sí, hacia Harman.

El Castillo o Iglesia Fortificada de Harman

Parece ser que los caballeros teutones fueron los primeros habitantes de este lugar, pero debido a algunos desacuerdos con el rey de Hungría se vieron obligados a huir. En el año 1240, 15 años después de la partida de los caballeros teutones, el rey de Hungría donó varias iglesias de la zona (entre las que se encontraba la de Harman) a la Orden Cisterciense y poco después (en 1445) la ciudad pasó a manos de su vecina Brasov.

Iglesia Fortificada de Harman

Se conservan la mayor parte de los elementos de la iglesia de sus primeros tiempos pese a que se vio afectada en 1595 por un gran incendio que destruyó no sólo la iglesia sino también una gran parte de la población de Harman.

El campanario de 32 m de altura fue durante algún tiempo la torre más alta de la zona y la aguja de la torre del reloj tiene además (en cada uno de sus vértices) otras cuatro agujas, que representan que la ciudad tenía su propia jurisdicción.

La fortificación que encierra la iglesia fue construida en el siglo XV con muros circulares concéntricos de 12m de alto y aún así, tanto la iglesia como la población han sufrido gran número de invasiones a lo largo de su historia.

Cuando llegamos a sus puertas un papel en la entrada nos decía que llamáramos a un timbre para efectuar la visita. Al ratito de tocar bajó una señora que, tras cobrarnos, nos abrió las puertas para realizar la visita. Fue una pena que la lluvia no cesara, porque con un día soleado la construcción hubiera ganado muchos puntos.

Iglesia Fortificada de Harman

Al salir de allí nos encaminamos hacia otra iglesia edificada que tiene mucha más fama que ésta en la que nos encontrábamos.

La Iglesia fortificada de Prejmer

Y es que esta fortaleza fue considerada una de las más importantes del sur de Transilvania entre los siglos XV y XVI. En sus murallas de entre 3 y 5 m de espesor y de 10 a 14 m de altura todavía se pueden ver las casi 300 habitaciones construidas en varios pisos en las que vivía la población en periodos de asedios e invasiones. Algo que no era extraño debido a su proximidad al paso de Buzau, que era utilizado muchas veces como una puerta de entrada en Transilvania.

Además, a modo de curiosidad, en su interior se halla el llamado "órgano de la muerte" que parece ser la antesala de la metralleta. Por lo visto la fortaleza fue atacada hasta 50 veces, pero nunca fue derrotada.

Cuando nosotras llegamos para visitarla, a eso de las 13:00 h de la mañana, estaba cerrada (aún no he logrado entender los horarios extraños que tienen por aquellas tierras). Entramos a preguntar a un bar, pero no nos logramos entender y desistimos. En fin, hubiera estado bien verla pero dimos vuelta atrás sobre nuestro pasos. Cogimos de nuevo el coche y pusimos rumbo hacia Sibiu.


En el camino de Harman a Prejmer habíamos fichado un restaurante en el que pensamos que podríamos parar a comer y de hecho, a la vuelta, probamos suerte… entonces vivimos la situación más surrealista de todo el viaje. Al entrar, la camarera pasaba de nosotras, y después de esperar 2 o 3 minutillos a ver si nos decía algo, decidí acercarme yo y preguntarle: “Is possible to have lunch?” Yo no sé lo que entendió o no sé cómo se lo dije que empezó a decirnos que no con la cabeza y a hacernos gestos para que nos fuéramos… Ya me la veía soltándonos escobazos en el culo para que nos marcháramos al grito de “Fuera bichos!!” en rumano… Así que con las mismas salimos y compramos unos sándwiches en un puesto de comida ambulante que había justo fuera. Comimos en el coche porque además la intensidad de la lluvia no sólo no paraba, es que aumentaba… Y seguimos nuestra ruta.

Con el día de perros que hacía, decidimos conducir en dirección y Sibiu y parar en aquellos sitios que nos apeteciera.

Al poco de pasar de nuevo Brasov (pero esta vez en dirección oeste) llegamos a Codlea, una población que cuenta también con otra iglesia fortificada, pero de nuevo estaba cerrada. Hice un par de fotos desde el exterior y continuamos conduciendo.

Iglesia Fortificada de Codlea

Fagaras

Cuando llegamos a Fagaras, me sorprendió en primer lugar su tamaño, y es que en los casi 70 km que la separan de Brasov habíamos pasado por poblaciones mucho más pequeñitas y verte de repente envuelto en una urbe de 36.000 habitantes (siendo pequeña) me chocó.

Paramos en su fortaleza, construida en el mismo lugar que una fortificación anterior de madera, y que fue fundada en 1310 por un príncipe de Transilvania. En la actualidad, el castillo tiene alrededor de 80 habitaciones y lo rodea un foso lleno de agua que le da un toque medieval muy chulo. Llegamos a cruzar el puente levadizo con el coche hasta llegar a la puerta principal pero estaba todo andamiado y ni siquiera había carteles con horarios de visita ni nada, por lo que mi gozo, de nuevo, en el foso…

Al parecer la historia del castillo es muy agitada y desde su construcción fue adquiriendo relevancia en la escena política de la zona y en el siglo XVII  uno de los príncipes de Transilvania lo transformó completamente convirtiéndolo en un palacio renacentista. Posteriormente a finales del siglo XVIII fue convertido en un cuartel militar y su descuido hizo que comenzara a desmoronarse llegando a vivir lo peor de su historia cuando en 1948 los comunistas lo utilizaron como prisión política. Ya en los años 50 se convirtió en un museo, pero con esa historia a sus espaldas no me extraña que estuviera completamente sujeto por andamios y nos quedáramos con las ganas de ver su interior…

Fagaras

En las cercanías del castillo destaca y llama mucho la atención por su tamaño y apariencia la iglesia ortodoxa que fue construida por el príncipe Brancoveanu hace unos 300 años. También se puede visitar una iglesia franciscana del siglo XVIII, pero nosotras continuamos con nuestra marcha y esta vez, tendríamos por fin más suerte…

Cisnadie

A escasos 8 km de Sibiu se halla esta pequeña localidad que me resultó bastante bonita. Cisnadie, fue fundada por los colonos sajones, al tiempo que la propia Sibiu, y conserva otra iglesia fortificada del siglo XII.

Iglesia Fortificada de Cisnadie

Tras hacer una pequeña vista a la iglesia (a la que llegamos por los pelos) nos dirigimos a nuestra última visita del día y nuestro lugar de alojamiento: la bonita localidad de Sibiu.

Sibiu

Sibiu es una gran metrópoli que actualmente cuenta con más de 170.000 habitantes.

Aunque excavaciones arqueológicas revelan evidencias de asentamientos neolíticos y se sabe que en la época romana allí había una ciudad, la primera mención literaria de la ciudad se produce en el siglo XII. Posteriormente fue colonizada por los sajones y durante el siglo XIV se convirtió en un floreciente centro comercial.

Con la amenaza de las invasiones turcas al acecho, hacia el final del siglo XIV, sus habitantes decidieron fortificarla y resistió con éxito tres contras consecutivas turcas.

Desde entonces Sibiu ha jugado un papel muy importante en la cultura rumana siendo allí donde se instauró la primera escuela (en 1380), donde se construyó el primer hospital de Rumanía, donde se instaló la primera fábrica de papel y el primer puente de hierro e incluso se trata del lugar en el que se abrió el primer museo del país.

La ciudadela de Sibiu, es sin duda una de las ciudades más bonitas y antiguas de Rumania, tanto, que en 2007 fue declarada Capital europea de la cultura, convirtiéndose también en la primera ciudad rumana en hacerlo…

Con todo eso, al llegar a la ciudad y aprovechando que el hotel que habíamos elegido (el Levoslav House) se encontraba al lado de la Piata Mare, decidimos salir a recorrerla. El tiempo continuaba sin acompañarnos (¡no había parado de llover en todo el día!) pero agarramos un paraguas y nos armamos de valor para visitar la ciudad.

Piata Mare de Sibiu

Ya en la Piata Mare pudimos ver los típicos ventanales de la buhardillas que hacen famosa a Sibiu por asemejarse a ojos…Al parecer en el siglo XIV se asentaba un mercado en la plaza y posteriormente pasó a ser el lugar de ejecuciones públicas. En el centro de la plaza se ubica una jaula donde se detenía a la gente que entre 1724 y 1757 era detenida por alboroteadora.

Piata Mare de Sibiu

Bonitas e históricas edificaciones se abren paso en la plaza: el palacio Brukental, la casa azul, la casa de los generales, casa Hecht, casa Haller, casa Weidner, la iglesia católica (que estaba cerrada) y la torre del ayuntamiento.

Calle Mitropolei de SibiuSalimos de la Plaza Mayor para adentrarnos en la calle Mitropolei, aunque antes hicimos una pequeña incursión en la Piata Huet para echar un vistazo al exterior de la Catedral Evangélica, una imponente iglesia gótica levantada en 1520.

Por la calle Mitropolei, pasamos frente al antiguo ayuntamiento (que actualmente acoge el museo de historia), el Curtea Mediasului, la casa parroquial protestante, la casa de las cariátides y llegamos a la Iglesia Ortodoxa, una iglesia que aunque es relativamente moderna  tiene un impresionante interior.

Regresamos a la Piata Mare por una calle posterior (creo recordar que por la calle Balcescu) y nos dirigimos, pasando bajo la torre del Ayuntamiento, al otro referente del casco antiguo de Sibiu, la Piata Mica, donde se encuentra el llamado Puente de las Mentiras.

Puente de las mentiras de Sibiu

Tras cenar en el restaurante Sibiana, la mar de bien, regresamos al hotel.

Cenando en Sibiu

El día había dado mucho de sí, y eso que la lluvia no se había separado de nosotras ni un minuto...


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Helena - Mimaletayyo

Ingeniero de caminos de profesión, la pasión por viajar y su curiosidad por conocer mundo ha hecho que dedique parte de su tiempo a ello. Entusiasta por conocer vestigios de antiguas culturas y civilizaciones, pero también naturaleza y modo de vida actual.

21 comentarios:

  1. Genial relato y las fotografias!!! Muy curioso lo de las ventanas en las buhardillas, es cierto que parecen ojos jeje. Por cierto, mucha niebla os hizo por lo que se ve y cuentas. Un saludo

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  2. Cada post que leo tuyo me hace estar más segura de que, como yo, aprovechas los días del viaje al máximo, jeje. Os cundió mucho, eso desde luego. Me gustó todo, pero sobre todo la Piata Mare y la iglesia fortificada :-)

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  3. Por lo que leo tenías que tener mucho cuidado de no ser una "alborotadora" si no querías acabar entre rejas... jaja, qué gracia!

    Un saludo.

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  4. Me encanta Rumanía, qué ganas de volver!!!! Veo que os dio mucho de sí el día y visitasteis muchísimas cosas. El castillo de Fagaras y Sibiu parecen preciosos aunque el Castillo de Bran creo que es insuperable, cuando estuve allí me encantó y sobre todo poder meterte por todos lados, jejejejeje. Un abrazo. ;-)

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  5. ¡Hola a todos!

    - Mafi, hizo un día horrible. No paró de llover ni un minuto y la niebla hizo que en Rasnov no pudiéramos ver nada. Pero bueno, para la previsión de tiempo que nos daban, al final, éste fue el peor día, el resto del viaje fue más o menos bien... hay que dar gracias

    - Artabria, la verdad es que somos de madrugar mucho y empezar a ver las cosas justo cuando abren y así aprovechar el día a tope. Lo malo fue que este día nos encontramos muchas cosas cerradas y las que estaban abiertas había que verlas pasadas por agua... un rollo, pero es lo que hay

    - Dos de viaje, era algo muy curioso. Me alegro de no haber pasado mis años de universidad allí, jajaja

    - Babyboom, lo de verte la ciudadela de Fagaras rodeada de un foso completamente lleno de agua le daba un toque medieval muy chulo, pero es una pena que no pudiéramos entrar.
    A mí el castillo de Bran no me emocionó, no sé si es que había demasiada gente (cosa también relacionada con no haber podido ir a las 9:00 h) o qué pero... personalmente me gustó más el de Peles

    Un saludito a todos y gracias por haberos pasado por aquí ;)

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  6. Helena que lote de castillos en el mismo día! una jornada muy bien aprovechada a pesar de la molestosa lluvia. Rumanía no me ha llamado nunca en exceso, pero tus fotos de esta entrada son preciosas. POr tu culpa ya me están dando ganas de ir, jeje.
    Un beso.

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  7. Vaya día bien aprovechado!!!
    Me pasa como a Caliope, viendo tus relatos cada día tengo más ganas de ir a Rumania.
    Un abrazo

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  8. ¡Hola chicas!

    - Calíope, en Rumanía hay castillos e iglesias fortificadas por todas partes. Además llama mucho la atención porque vas por la carretera y vas viendo que todos los pueblecitos pequeños tienen una iglesia fortificada en el centro de impresión. Me alegro de haberte contagiado un poco las ganas de visitarla

    - Cool, con el mal día que nos hizo y, aunque realmente no pudimos visitar muchas cosas pues la mitad estaban cerradas, hicimos una buena ruta. Aunque a mí el día que más me gustó fue el siguiente. Dentro de poco os lo cuento, jejeje

    Un saludo y gracias por vuestros comentarios :)

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  9. Veo que tras un día tan intenso recuperásteis energías en el Restaurante Sibiana. ¿Ya probaste la famosa mamaliga? segurísimo que sí.

    Un abrazo

    M.Teresa

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  10. Vaya día de lluvia, eh? me recuerda a mis viajes!! Es inseparable compañera! jejeje De todos modos, veo que os cundió mucho el día!
    A saber qué entendería la camarera del restaurante ese!!!! O no os entendió o no tenía ganas de currar! jejejeje
    Un abrazo

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  11. ¡Hola chicas!

    - MTTJ, no nos podemos quejar de la cena que nos pegamos, jejeje, y eso que yo en Rumanía eché muchísimo en falta el tener más bares y restaurantes porque en cuanto te salías de zonas turísticas ya no había y no se podía comprar siquiera una botella de agua.
    A nivel culinario, si te digo la verdad, no tengo idea de qué fue lo que comimos. Lo único que recuerdo es la polenta, que la pedíamos en cada sitio al que íbamos.

    - M.C. los que seguimos tus aventuras sabemos de tu estrecha relación con la lluvia, jejeje... una inseparable compañera de viaje para vosotros.
    Lo de la camarera fue algo muy extraño. Sólo había gente en una mesa y además estaban comiendo pero a nosotras casi nos manda fuera de una patada en el culo. No sé si es que no nos entendió y se asustó o pensó que estábamos mendigando. ¡Mira! No tengo ni idea...

    Un saludito y muchas gracias por vuestros comentarios :)

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  12. Qué bonito todo. Me estás sorprendiendo mucho con tus crónicas de Rumanía, un país que hasta que empecé a leerlas no me llamaba demasiado la atención y, sin embargo, ahora me gustaría visitar en un futuro.

    Las ventanas de las buhardillas de las casas que rodean el Puente de las Mentiras son la caña. ¡Son ojitos!

    ¡Un beso!

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    1. ¡Hola Carol!
      La verdad es que es un país del que no se habla mucho pero que esconde verdaderas maravillas (y eso que se nos quedaron pendientes muchas cosas, la zona de Maramures y Bucovina dicen que es el no va más)
      Esas ventanas yo creo que vigilaban si, tal y como dice la leyenda, Cintia era una mentirosa y el puente se venía abajo, jejeje
      Un saludo y gracias por tu comentario

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  13. Está visto que al encontrarse en una zona tenebrosa habitada en el pasado por el Conde Drácula, la niebla y la lluvia tenían que estar presentes, aunque para la fotografía no sean muy amigas, pero lo que si está claro es que aprovechasteis bien el día y sobre todo se comió bien, menuda pinta tiene la última foto y aún me queda 1 hora para comer... xDDDD

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    1. ¡Hola José Carlos!
      Ese día no nos despegamos de la lluvia y la niebla. Fue una pena porque las vistas desde Rasnov y Poiana Brasov hubieran estado chulas, pero no se veía un pimiento...
      Eso sí, por la noche nos resarcimos de lo que nos había pasado con la comida y nos pusimos las botas a base de bien, jejeje.
      Un abrazo ;)

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  14. Me ha dado muy buena impresión el castillo/iglesia de Harman! Con lluvia o sin lluvia, es bonito igualmente.

    Lo de la camarera sería que os vio con cara de tener mucho hambre y no quería trabajar mucho jejejeje... De todo hay en la viña del señor...

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    1. Víctor pues dicen que el de Prejmer es todavía más impresionante. Es una pena lo de los horarios por allí. Terminó nuestra escapada y no llegué a comprender los horarios que tenían las iglesias y lugares turísticos...
      Lo de la comida nos dejó sin palabras. Fue surrealista!
      Un saludo y gracias por tu comentario ;)

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  15. Hola Helena! Me has sorprendido de tu buena imprecion de mi pais, y tambien de los buenos comentarios de los demas españoles, a pesar de la mala imagen que tenemos los rumanos en España. Me ha gustado que as pasado incluso en mi ciudad Cisnadie. Henorabuena por tu pagina de internet y gracias por que estas contribuiendo al descubrimiento de Rumania, pais, de que pocos españoles conocen

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    1. ¡Hola Ciprian!
      La verdad es que era un país que últimamente me llamaba mucho la atención y no nos defraudó. Y, aunque aquí en España no sea un destino muy conocido, seguro que poco a poco se va abriendo camino. La gente de allí con nosotras (salvo algún caso en el que creo que lo que pasaba era que no nos entendíamos) fue muy amable. Yo estoy segura que volveré.
      ¡Ahh! Cisnadie me gustó mucho, aunque el clima no nos acompañara.
      Un saludo y gracias por pasar por aquí y animarte a dejar un comentario :)

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  16. hola !! wououuuu..!! encuentro muy genial todo. me gustaria tener la oportunidad de hacer algo asi ( me preguntaba si los viajes que hiciste estan al alcanse de todos ) bueno un saludo y me gusto mucho la pagina eso :DDDD

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    1. ¡Hola Camila!
      Muchas gracias por pasar por aquí y animarte a dejar un comentario. Me alegra que te haya gustado el relato. Seguro que encontrarás el momento de hacer una escapadita así, todo es cuestión de proponérselo.
      Un saludo ;)

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